Por qué cambiar de rubro me enseñó más que diez Cyber seguidos

Eventos repetidos, discursos clónicos, fórmulas gastadas…

El otro día me preguntaron por qué he cambiado tanto de rubro a lo largo de mi carrera.
No sé porqué, pero al momento de responder decidí que la mejor forma de explicarlo es sincerando una postura que vengo masticando desde el 2018, y que cada vez me hace más sentido: la necesidad de moverse, de cuestionar, de no quedarse en la comodidad de lo aceptado.

Por ejemplo, tomemos el famoso Cyber oficial.

¿Cuál es su valor real hoy? ¿Es un verdadero aporte o simplemente un flotador para los ecommerce? Más allá de que sea “socialmente aceptado” adelantar o armar tu propio evento, la oferta de la CCS como partner oficial se ha ido diluyendo. Las marcas buscan independencia, quieren adelantarse a la competencia… y eso genera un escenario que al menos para mi es inquietante.

Hoy el Cyber no trae innovación. Las fórmulas de las agencias para “salvar el evento” son cada vez menos novedosas. Entre semanas de la tarjeta, black weeks, weekend sales y cualquier otra venta de humo que se nos ocurra, parece ser el momento de comenzar a despegarnos de estos eventos que solo muestran crecimiento real en países donde la digitalización aún da sus primeros pasos.

Acá, en mi no tan humilde opinión, ese proceso ya lo tenemos resuelto hace al menos cinco años… o más si incluimos la capacidad de tener transferencias de dinero al instante.

¿De verdad seguimos creyendo que la innovación digital en Chile pasa por la CCS y el Cyber… o cualquier evento de retail?

Moverse entre industrias no es solo un capricho: es la mejor escuela contra la repetición de fórmulas vacías. Hoy más que nunca cuestiono el real aporte de los eventos oficiales en general… sea del área que sea.

Me quedan varias preguntas abiertas:

  • ¿Qué nos aporta hoy realmente una membresía de la CCS?
  • ¿Es solo un club de networking? ¿Puede ser algo más?
  • ¿Qué estamos ofreciendo como país en materia de comercio digital?
  • ¿Realmente todas las marcas necesitan tener tienda online propia?
  • ¿Qué pasa con los marketplace?

Es un pensamiento en voz alta —y claro, puedo estar equivocado— pero me llama la atención que ni medios, ni plataformas, ni “evangelizadores” del ecommerce estén planteando algo diferente. Es casi un eco constante: 4 mil personas repitiendo el mismo discurso, casi calcado (sólo por dar el beneficio de la duda).

Esto me recuerda mucho al mal de los bateristas en redes sociales: millones tocando el mismo trend, con el mismo sonido, y cero personalidad (por muy simpático que pueda ser el baterista en pantalla).

Por eso me gusta cambiar de área. Me mantiene en alerta creativa, me obliga a entender diferentes procesos y metodologías… me fuerza a no caer en el “loro corporativo” y a mantener un sello personal que ya varias veces me han dicho que se nota en cada espacio que habito.

He pasado por la experiencia editorial, el comercio digital, la educación en temas de especialidad, la gerencia de ecommerce en rubros como belleza, automotriz, moda, salud… hasta llegar a lo que soy hoy: director de estrategia y marca en una empresa de ecosistemas de seguridad de primer nivel.

No es por autoreferenciarme (aunque inevitablemente lo es), pero sinceramente, este recorrido me llena mucho más que seguir viendo el mismo patrón repetido en los últimos diez años de industria.

¿Qué opinas al respecto? Recuerden que pueden contactarme para sentarnos a conversar un ratito sin mayor expectativa que simplemente aprender algo nuevo.